Cachorro leal espera todos los días el regreso de su dueño, sin darse cuenta de su ausencia permanente

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Además de la fidelidad que los distingue, las relaciones entre perros y humanos son más fuertes que las de cualquier otro animal. Un cachorro en México que espera todos los días a su humana es testimonio vivo de ello, pero no tiene idea de que nunca regresará.

Jacob es un cachorro callejero que caminaba por las calles de la colonia Olivares en el municipio de Hermosillo, Sonora, cuando era niño.

Un guardia de seguridad que trabajaba todos los días lo adoptó cuando era cachorro y lo cuidó.

El cachorro vivió prácticamente toda su vida con el maravilloso hombre y su conexión estuvo llena de amor.

La lealtad del perro no tenía rival; lo seguía al trabajo todos los días y lo esperaba en la puerta para acompañarlo a casa.

¿Qué más podría querer el pequeño animal?

Tenía un hogar maravilloso y una familia que lo llenaba de amor y cariño, pero una terrible noche cuando el guardia salió a cumplir con sus deberes, se encontró con dos personas peleando y resultó gravemente herido cuando intentó separarlos.

Jacob sigue esperando a su querido amigo todas las noches, con la esperanza de volver a verlo. Todos los días se sienta en la acera y mira fijamente la puerta del establecimiento donde trabaja su humana. Cuando cae la noche y está cansado, se acuesta y se queda dormido.

Así pasan cada día, y su inagotable angustia se refleja en su rostro y en su ya envejecido físico. Heydi Rivera, vecina de la zona, se dio cuenta de lo que hacía el animal y procedió a investigar las circunstancias que provocaban que viviera de esa manera.

Heydi es una amante de los perros que dedica su vida a rescatarlos de las calles.

Se alegró mucho al enterarse de los trágicos acontecimientos que le tocó vivir al devoto perro. Jacob fue apodado Hachiko de Sonora por las similitudes entre su historia y la del conocido perro japonés, a quien esperó a su humano, quien falleció, en la estación de tren, adonde siempre iban después del trabajo, durante nueve largos años. .

“Jacob, todas las noches espera a su amo en las afueras de su trabajo, como esperando verlo partir y regresar a casa con él”. “Como su amo nunca se va, se retira y busca refugio en la acera de una casa”, dijo Heydi.

La mujer está preocupada por la vida que lleva el animal aislado; no se divierte, depende de los cuidados que algunas personas pueden ofrecerle y el riesgo que corre en la calle es enorme.

“Ya lo golpearon en la calle y lo enviaron al veterinario. Puedo darle de comer y los señores de la casa aportan las sobras, pero esto es insuficiente. “Necesita un hogar donde pueda pasar sus últimos años sintiéndose amado por una familia”, afirmó la mujer.

El Hachiko original, que esperó a su maestro en la estación de tren durante años.

Heydi y otros vecinos están trabajando arduamente para encontrarle una familia que lo adopte. Sin embargo, Jacob sigue esperando su ser humano cariñoso, una fidelidad a todas las dificultades que la vida pronto le recompensará.

Comparte esta conmovedora historia con tus amigos para enfatizar el valor de la lealtad y el amor en todos los seres vivos.