En una historia conmovedora, un perro derrama lágrimas en el suéter navideño que le regaló su difunto dueño, aferrándose a recuerdos preciosos.

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A primera vista, ver a una mascota vestida con un suéter parece algo muy tierno y conmovedor. Sin embargo, lejos de ser tierno, lo que le ocurrió a la foto de esta mascota vistiendo permanentemente un suéter navideño hizo llorar a todo el mundo.

Cuando comienza el nuevo año, muchas personas tienen la oportunidad de dejar atrás buenos recuerdos de reuniones familiares y momentos maravillosos pasados ​​con personas que aman y les importan.

Lamentablemente, eso no le ocurrió a una triste mascota que deseaba ser adoptada pero se negaba a perder las esperanzas, pero todavía vestía un brillante suéter navideño verde tres meses después.

El rostro desolado de la mascota habla por sí solo.
Su nombre es Bobby, un pobre perrito de aspecto triste que un fatídico día fue abandonado por la familia en la que mucho confiaba.

Sus dueños lo abandonaron en un refugio, llevándose consigo su collar y su correa, dejándolo en una terrible angustia y confusión.

Al descubrir la trágica historia de Bobby, los voluntarios del Refugio de Servicios para Animales de Miami-Dade creyeron que la magia de la Navidad le traería suerte.

Para que le pusieran un mullido suéter verde y compartieran una fotografía suya en las redes sociales, buscándole un hogar.

Él siempre permanece infeliz en su rincón habitual
Los días pasaron, la Navidad pasó, y aunque la foto de Bobby se volvió viral y muchas personas se enamoraron de su historia, ninguna familia le proporcionó un hogar amoroso.

La realidad del peludo era demasiado triste, y su circunstancia provocó un código rojo en el refugio, colocándolo a la cabeza de una lista que solo incluye cachorros que serán sacrificados.

Bobby es un perro pequeño bastante vibrante, y la situación lo destruyó en lugar de entristecerlo.

Se dio cuenta de que estaba a punto de perder la vida por culpa del estúpido egoísmo de gente que no podía ver lo especial que era.

Sólo hizo falta una familia que decidiera apostar por él

“Estoy muy triste. Espero que encuentres un hogar pronto, Bobby. Te mereces todo el amor del mundo”, dijo un internauta.

Bobby estaba delgado y deprimido, incapaz de levantar su pequeña cabeza; sus ojos estaban prácticamente cerrados por tanto dolor, y el único color en él seguía siendo ese esperanzador suéter verde.

Pero por lo general la magia de la Navidad llega demasiado lentamente, como le ocurrió a este desafortunado perrito.

Afortunadamente, una niña llegó al refugio ocupada en adoptar a Bobby, causando éxtasis en toda la residencia: ¡Bobby finalmente había encontrado su esperado hogar!

“Me alegro mucho por Bobby, es increíble que una mujer tan estupenda haya venido a rescatarlo, es un milagro del cielo, ha encontrado su hogar para toda la vida, tal vez a sus antiguos dueños no se les debería permitir tener más mascotas”, escribió otro internauta.

Bobby está muy feliz ahora mismo.
Su nuevo humano correspondió a toda la alegría de la mascota, brindándole besos y caricias que le devolvieron la fe en la humanidad.

Él ha entregado su corazón una vez más, y esperamos que esta vez su amor sea recibido con gratitud.

Bobby tiene mucho amor para dar y recibir, y esperamos que pueda dejar atrás su pasado y tener la vida amorosa que siempre ha merecido.

¡Felicidades, dulce infante!

No olvides que un pobre perro con el corazón destrozado está esperando que le des la oportunidad de amar y ser querido, y que ojalá muchos más perritos experimenten la alegría navideña tardía que aún está por llegar a sus vidas.