Momentos conmovedores de un niño africano que brindan alegría a los espectadores

bởi

trong

Bajo los ojos atentos de su madre, mientras dormía, fue captado en varias poses de la fotógrafa Nilza Rejaпe, de 53 años, en un estudio en Graʋataí, en la Región Metropolitana de Porto Alegre.

El iffat, un grupo de inmigrantes haitianos, nació en una acera de la capital de Río Grado do Sur. Jυdith Fleυrissaiпt Bagυidy, la madre de 39 años, incluso caminó 40 minutos para llegar al centro de parto, pero llegó tarde y tuvo que dar a luz al costado de la carretera.

La fotógrafa Nilza Rejaпe quedó conmovida cuando escuchó la historia del pequeño Waldo. La 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡 fue asistida por los agentes de policía Lυaп y Lυaпa, que pasaban en ese momento. “Surgió esta historia que me tocó el corazón profundamente. Vi el informe de su 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡 en la acera y estaba muy emocionado. Pensé: ¡es él!“, dice el fotógrafo.

Al enterarse de la situación de Waldo, se puso en contacto con el periodista que había informado sobre la situación y preguntó por la teléfono de los padres de Waldo. Nilza esperaba hacer una nueva sesión de fotos para el 𝑏𝑎𝑏𝑦. Gratis, por supuesto.

“Estaba en el estudio y casualmente vi el artículo del iпterpet. Pero me quedé pensando para mí: ‘aunque es una escena hermosa, dentro de unos años podría tener otra imagen de su 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡’, dice Nilza.

“Me conmovió la historia”, declara.

La esposa de Judith trabaja en una pastelería y no puede faltar al trabajo. La madre, que trabaja como empleada doméstica, acompañó a la mujer a la sesión, que comenzó alrededor de las 9 am y duró hasta tarde.

“Judith, súper nerviosa, pasó todo el tiempo a mi lado, preocupada por Waldo”, recuerda el fotógrafo.

Ella explica que la prueba “Nueva” suele ser buena durante los primeros 10 días de vida, que es cuando el niño tiene el sueño más profundo y la flexibilidad del cuerpo es mayor. Tome fotografías de un buen tweet para permitir que la madre amamante y cambie el pañal del bebé. Lo único que importa es el ritmo.

“Es un ángel, lo amo”, desafía afectuosamente el fotógrafo.

Judith estuvo encantada de aceptar disparar con su soplo al final del disparo. Los mejores momentos de la familia se recopilarán en un álbum fotográfico de 20 páginas y una obsequio a la familia.

“Ella habla poco portugués, simplemente dijo: ‘gracias’. Y junto con ese ‘gracias’ ella tenía una gran sonrisa. No necesitó decir nada más”, describe Nilza.