Embárquese en una inolvidable aventura de viaje en el tiempo: un viaje de medio milenio al pasado

Si estás pensando en un viaje a Italia, es muy probable que Roma esté en lo más alto de tu lista de lugares para visitar. Sin embargo, ubicado a sólo 60 millas de la primera metrópolis del mundo, existe un destino cautivador que sigue siendo relativamente desconocido para los turistas: el Parque de los Monstruos, también conocido como Parco dei Monstri.

En 1552, el parque nació y se sitúa como el único de su tipo en todo el mundo. Sin embargo, el jardín que alberga a estos extraordinarios “monstruos” estuvo abandonado durante la mayor parte del siglo XIX y gran parte del XX. Sin embargo, en la década de 1970 se puso en marcha un plan integral para revitalizar el jardín, lo que llevó a Bomarzo a transformarse en un destino destacado para los turistas.

Durante el siglo XVI en Italia, era común que la aristocracia dejara un legado duradero de su grandeza a través del arte religioso. Sin embargo, Pier Francesco Orsini tenía un deseo único de fama. Su objetivo era cautivar a los visitantes y sorprenderlos con sus sorprendentes e inesperados monstruos, buscando crear una maravilla diferente.

El encantador refugio ubicado en la provincia de Viterbo, Italia, se llama Bomarzo. Situado en el pintoresco valle inferior del Tíber, a sólo 68 km de la bulliciosa ciudad de Roma, este jardín tiene un importante trasfondo histórico. Emergió del denso bosque que rodeaba el resplandeciente castillo de la familia Orsini. Bomarzo, que sirvió como refugio en medio de la naturaleza impredecible y estresante de la sociedad durante esa época, demostró ser un escape tranquilo para sus habitantes.

Experimente una fascinante variedad de más de 25 obras de arte cautivadoras, cada una con sus propias formas mitológicas enigmáticas y una estética escalofriante. Prepárate para quedar asombrado al ver colosales y enigmáticos adornos, una casa intencionalmente torcida que recuerda a la Torre de Pisa y una variedad de criaturas peculiares que te llevarán a un viaje emocionante como ningún otro.

Desde finales del siglo XIX hasta casi la década de 1990, el otrora animado jardín cayó en el abandono y se convirtió en una parcela abandonada. Afortunadamente, los esfuerzos para revivir el jardín comenzaron en la década de 1970 mediante un meticuloso programa de restauración. Hoy en día, Bomarzo se ha transformado en un lugar turístico de renombre, captando la fascinación de visitantes de todo el mundo.

El jardín exhibe una variedad de esculturas hábilmente colocadas de manera desordenada, atrayendo deliberadamente la curiosidad de los visitantes aventureros. Mientras uno deambula por los senderos, las enigmáticas obras de arte escondidas en rincones escondidos cautivan la imaginación y dejan a los visitantes intrigados. Ciertas esculturas están intrincadamente grabadas en inmensas rocas, sorprendiendo ocasionalmente a los espectadores con su repentina presencia.

Pier Francesco Orsini, famoso como Vicino (1528-1588), fue un guerrero del Renacimiento italiano que dedicó su existencia a atesorar los recuerdos de su amada esposa.

Tras el fallecimiento de su amada esposa, quedó consumido por una profunda desolación y se embarcó en la ambiciosa empresa de construir un magnífico jardín. Colaborando con Pirro Lugorio, un arquitecto muy aclamado en esa época, puso su corazón y alma en este proyecto. El jardín exhibe una asombrosa variedad de esculturas, con una impresionante variedad de seres monstruosos como las veneradas deidades Pegaso, Poseidón y Proteo…

La ubicación de estas esculturas de criaturas míticas parece carecer de un tema coherente del folclore antiguo o de un entorno apropiado para su entorno actual.

Quizás fue el profundo dolor derivado del fallecimiento prematuro de su esposa lo que inspiró a Vicino a crear este peculiar parque. Sin embargo, a pesar de innumerables años de investigación, el enigma detrás de su existencia sigue siendo un enigma sin resolver para los investigadores.