Michi puede parecer un hermoso y tierno osito de peluche, pero no siempre fue así. Cuando encontramos a Michi, ella estaba deambulando por las calles de Bali con una dolorosa lesión en la cabeza que amenazaba su vida.
Sabíamos que necesitaba ir al veterinario lo antes posible, pero cuando intentamos rescatarla, ¡corrió hacia un desagüe y se enterró profundamente dentro de él! Esperamos en la cuneta durante 3 horas a que llegara el equipo de rescate. Parecía que la única manera de sacarla era usando esperanza y un poco de humo.
Cuando finalmente llegó al veterinario, resultó que el agujero en su cabeza estaba lleno de gusanos. Tal vez lo había infligido una persona, o había estado en una pelea con otro perro, no lo sabíamos. Todo lo que sabíamos era que necesitaba ayuda.
Los veterinarios tuvieron que afeitarle el pelaje porque estaba cubierto de sangre, tierra e insectos.
Aún no es un perro feliz, pero poco a poco está en el camino hacia la recuperación y la salud plena.
Por desgracia, después de que Michi fuera trasladada a un hogar de acogida, le diagnosticaron parvovirus. Este virus es muy contagioso y se transmite por contacto directo con un perro infectado o por contacto indirecto. Michi puede haberlo contraído antes de entrar a la clínica y la vacuna le sacó, o se contagió en la clínica. Es por eso que son tan necesarios hogares de acogida seguros y protegidos. Afortunadamente, Michi tenía edad y un buen sistema inmunológico para ayudar a combatir el virus y sobrevivió.
Ha florecido hasta convertirse en la hermosa mezcla maltesa que siempre ha sido.
El día que Michi conoció a su futura mamá, Saffron, fue conmovedor. ¡Su combinación perfecta había llegado y nos hizo llorar a todos! Michi ahora vive en Bali con Saffron y su otro perro rescatado, Garscon, y los tres forman una pequeña familia muy especial.
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