En una desgarradora historia de abandono y hambre, un cachorro llamado Barilla fue encontrado en un estado impactante. Sus huesos sobresalían a través de su piel y estaba tan débil que ni siquiera podía mantenerse en pie. Afortunadamente, un amante de los animales la encontró y la llevó a un centro de rescate en España, donde le brindaron el cuidado y la atención que tanto necesitaba.
Cuando Barilla ingresó por primera vez al veterinario, no estaba claro si sobreviviría. Era poco más que un saco de huesos, con tan pocos músculos que apenas podía moverse. Pesaba sólo 16 libras y de inmediato le conectaron un goteo. El personal del centro sabía que ella estaba en riesgo de sufrir una insuficiencia orgánica en cualquier momento.
A pesar de su terrible condición, el espíritu de Barilla se mantuvo fuerte. Sólo podía mover la cabeza y mover la cola, pero mostró una determinación por sobrevivir que inspiró a todos los que la rodeaban.
Gracias a la dedicación y el arduo trabajo del personal del centro de rescate y de su nuevo propietario, Eduardo Rodríguez, Barilla recuperó la salud. Poco a poco, recuperó sus fuerzas y sus músculos empezaron a crecer de nuevo. Sus órganos comenzaron a funcionar normalmente nuevamente y finalmente pudo sostenerse sobre sus cuatro patas.